Después de un año de sufrimiento, Cuando muchos aventuraban otra frustración, el equipo
gana el torneo de segunda con dos goles de Trezeguet
ABEL GILBERT / Buenos Aires
"Soy de River,
de River yo soy". El grito hizo temblar al Estadio Monumental. Un grito de
desahogo. Un año esperaron volver a gritar así. El River
Plate, el equipo que más títulos ha ganado en el fútbol
argentino, terminó este sábado su calvario deportivo. Le ganó 2-0 a Almirante
Brown y regresó a la primera división, de la cual ha sido siempre uno de sus
grandes protagonistas.
El campeonato, el ascenso y la victoria del conjunto de la banda
roja tienen nombre y apellido: David Trezeguet. Dos goles del franco-argentino
le aseguraron el triunfo en un partido cargado de sufrimientos. El exjugador
del seleccionado francés y de la Juventud anotó a lo largo del certamen una
docena de tantos claves. Y eso que comenzó como suplente.
El entrenador del campeón, Matías Almeyda, que había padecido como jugador el descenso, el año pasado, apostó a todo o nada. Acompañó a Trezeguet con los jugadores de mayor disposición ofensiva. Le costó sin embargo quebrar el esquema del rival y superar sus propios nervios.
El entrenador del campeón, Matías Almeyda, que había padecido como jugador el descenso, el año pasado, apostó a todo o nada. Acompañó a Trezeguet con los jugadores de mayor disposición ofensiva. Le costó sin embargo quebrar el esquema del rival y superar sus propios nervios.
EMOCIÓN
CONTENIDA (foto Afp)
Los minutos finales estuvieron
cargados de una emoción contenida por demasiado tiempo. Hubo llantos, abrazos,
y un asombro, como si se estuviera frente a un milagro. Los jugadores también
dejaron escapar sus lágrimas, saltaron y cantaron, como si también fueran parte
de las tribunas enardecidas.
"Lo que hemos vivido este año fue increíble. Pensar que mucha gente pensaba que no íbamos a festejar", dijo Leonardo Poncio, quien dejó el fútbol español para jugar en la segunda división. "Vine para esto, para festejar", dijo.
"Lo que hemos vivido este año fue increíble. Pensar que mucha gente pensaba que no íbamos a festejar", dijo Leonardo Poncio, quien dejó el fútbol español para jugar en la segunda división. "Vine para esto, para festejar", dijo.
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